Hoy, en Las historias desde las mañaneras, les platicaré de otro de los personajes visibles que, pese a que algunos nos distinguen con su amistad, “No están para saberlo ni yo para contarlo” entre nosotros los comunicadores, más que una solidaridad del gremio periodístico existe un fuerte encono –casi bestial– que diario se vive entre los que participamos en esos aquelarres informativos llamados “mañaneras”. Al principio fue la guerra entre YouTubers y redes sociales contra periodistas de medios convencionales; sin embargo ahora es de todos contra todos, aunque por suerte son más los neutrales; los que no se pelean por sentarse hasta al frente sin levantarse temprano y tampoco se meten en el tipo de preguntas que se hacen al Presidente.

Por ello es justo que los lectores y seguidores conozcan –más o menos– quiénes estamos ahí, y por qué (…tal vez por aquello de los chayotazos de 200 mil pesos –Rubén Aguilar, ex vocero de Vicente Fox dixit–). Este día conocerán a uno de los personajes –quizás de los más controvertidos, amado y odiado, considerado incluso (por su vestimenta) la imagen de las mañaneras– Lord Molécula, (Carlos Pozos Soto).

…Aquel lunes 7 de enero de 2019, cuando el dólar se vendía a 19.64 y el litro de magna costaba 18.74, (la Premium 20.23) y después de platicar con su camarada Jesús Ramírez Cuevas, por primera vez se presentó Carlos Pozos a las conferencias mañaneras de su admirado presidente Andrés Manuel López Obrador; sin embargo nunca imaginó la cantidad de vituperios, ofensas, denostaciones –y pocas felicitaciones– que recibiría por sus preguntas al “Presidente de todos los mexicanos” como le llama antes de sus cuestionamientos.

No le fue fácil asimilarlo. Incluso –inteligente  como es– vio que era una gran oportunidad para él como CEO y reportero de la Revista Petróleo y Energía (Así como para Líderes Mexicanos) ambas propiedad y/o dirigidas por Raúl Ferráez, personaje más que conocido en el ámbito político-empresarial por el atino –respetable, ¿por qué no?– de su lucrativo periodismo.

A Carlos Pozos lo han tildado de todo. Algunos aseguran que no es periodista, pero el encono los hace ignorar que se tituló en comunicación colectiva y periodismo en la ENEP Aragón, generación 78-82, y que entre ellos, los egresados, se hacían llamar “Los haraganes”. Sus cuentas son contundentes y lo hacen sentir orgulloso de venir ejerciendo esta noble profesión del periodismo desde hace 37 años.

Por su forma de enfrentar la vida, desde abajo, se reconoce entre los que Luis Donaldo Colosio llamó (y se auto-señaló) “nacidos de la cultura del esfuerzo”. Toda su formación profesional, lo afirma con orgullo, se la debe a las escuelas públicas, hasta que a los 60 años decidió hacer una maestría en periodismo político en la Carlos Septién García. No fue fácil enfrentarlo familiarmente, sin embargo ya estaba inscrito cuando le avisó a la señora de la casa. Dice tener suerte porque le ha tocado una plantilla de profesores de la talla de Genaro Villamil, Ignacio Rodríguez Reyna, José Gil, Fernando del Collado, Yuri Serbolov (entre otros…) “muy buenos profesores” reveló a Noreste.net.

Como muchos, trabajaba y estudiaba cuando en 1982 a su amigo Leonel Durante, reportero en la guardia nocturna de El Heraldo de México, le dieron una fuente y éste le ofreció a Pozos Soto que se quedara en su lugar. La decisión no era fácil porque por las noches –como técnico en iluminación y sonido en un Cabaret– se ganaba mucho más de lo que le ofrecería El Heraldo. Lo recuerda claro, porque el Jefe de información –en ese entonces– era don José Fonseca, un “machuchón” del oficio, como dijera su admirado Presidente y además era la oportunidad de ejercer su carrera.

Antes de entrar a cubrir las conferencias de AMLO, había tomado una actualización periodística en el Tec de Monterrey, lo que lo inspiró para cursar la maestría, en la que se aventó estudiando año y medio: todos los sábados, uno tras otro, de 8:30 am hasta las 4:30 de la tarde, optando finalmente para titularse con el reportaje “Las cien mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador”.

– ¿Cómo fue tu primer día en las mañaneras?

Había poca gente. Se encontraban ya algunos en primera fila pero no estaban ocupados todos los asientos: “como que no les gustaba sentarse hasta adelante”. Yo me acomodé, creo que en la tercera fila. Una de las ventajas que yo traía era de que en 1999 fui Sub director de Comunicación Social de la presidencia con el doctor Ernesto Zedillo Ponce de León y por tanto conocía muy bien Palacio Nacional y Los Pinos. Incluso muchos de mis amigos estaban en Cepropie (Centro de Producción de Programas Informativos y Especiales de la Presidencia). Previamente solicité mi acreditación no sin antes haber platicado con Jesús Ramírez Cuevas; le pedí permiso a mi CEO Raúl Ferráez y también al editor de la revista (Petróleo y Energía) Raúl Cedeño.

La primera pregunta la hice hasta el tercer día y no fue respondida por el Presidente. Era “si se había institucionalizado la cleptocracia en México”; pero la segunda (un viernes) fue sobre el avión presidencial, porque que anteriormente había hecho el anuncio de la venta de la flota aérea del gobierno y esta sí me la respondió.

Al siguiente lunes (14 de enero), cuando le concedida la palabra, propuso poner orden en las conferencias mañaneras “Que ya sea Jesús Ramírez Cuevas o alguna otra persona lleven una relación y que con esa lista llamaran al reportero que le tocaba y así hubiera un control de quién repetía y quién no. A quien le tocara, el periodista que no había preguntado pudiera darle la pregunta y de esa forma cumplir con su medio. El presidente respondió que no.

Al agotar su primer recurso hizo la segunda pregunta: “30 millones de mexicanos votaron por su honestidad, su coraje y el hartazgo de esa corrupción que prometió acabar, y que en Las Charcas había señalado la corrupción de Emilio Lozoya: la pregunta es, ¿por qué no con otros directores o con Salinas de Gortari?”; y fue cuando le dije: “O qué, ¿le tiembla la mano?”

Fue en marzo cuando le preguntó “si no temía por su vida”; esto porque ya había alborotado el avispero por el tema del Huachicoleo, y el Ejecutivo le respondió que “sí tenía miedo, pero que no era un cobarde”.

– ¿Cómo y cuándo adoptaste tu forma de vestir con el moñito que tanto molestó al payazo Brozo?

No de toda la vida he vestido con el moño, pero a raíz de que te das cuenta que no eres agraciado al estereotipo marcado por el imperio televisivo: “no soy rubio, alto, güero de ojo azul”; pero al ser morenito, calvito, y de tez bronceada, opté por distinguirme. Siempre me ha llamado la atención la época de los expresidentes, como Madero que traía también su palomilla, su moñito. “Tú que te lo pones y yo no te hablo…” me dijo mi esposa, pero poco a poco se fue acostumbrando. De eso, de usar moño y sombrero tengo más de 20 años; además me gustan los tiempos idos, de aquel México donde se usaba sombrero y, además, ayuda para protegerme del sol por mi calvicie.

– Quienes te critican te dicen que te has puesto de “tapete” al Presidente ¿Qué les dirías?

Les contestaría con el slogan del periódico donde me inicié “Todo es cuestión de enfoques”, para ellos puede ser que mis preguntas sean de “tapete”, yo las veo de otra manera. Les pediría que releyeran mis preguntas y vieran el verdadero sentido de ellas. Creo que también debemos destacar lo bueno que hace el Presidente y no solo lo malo.

– Respecto al golpeteo entre periodistas ¿qué puedes comentar?

El encono es producto de la transformación que está dando el Presidente. No hay que olvidar que él es de Tabasco y el trópico influye y genera pasiones, amores y rechazos. Y el encono se exacerba cuando los que asistimos representan a medios o empresas de comunicación conservadoras. Yo les llamo “de la prensa decadente”, que ha dejado de recibir esas cuantiosas cantidades que les daban en las anteriores administraciones.

Es por eso que nos ven con recelo a quienes estamos en primera fila (él diariamente llega a la fila a las 4:30 promedio de la mañana), porque no han brillado con sus preguntas, han dejado mucho qué desear, y para mí eso es una muestra de envidia e incapacidad profesional, y por eso las agresiones que, en mi caso, han llegado hasta expresiones físicas, independientemente de los reclamos.

– ¿Tú crees que se comercialicen preguntas?

No creo. Yo retaría a Rubén Aguilar –quien fue el primero que lanzó esa afirmación de que había periodistas que cobrábamos 200 mil pesos por pregunta– a que presente las pruebas porque sí es fácil decirlo, pero hasta ahora nadie ha presentado pruebas. Yo estoy seguro que no. Sí. Yo represento la revista Petróleo y Energía y el eslogan que tenemos es “Somos la voz del sector energético” y si este sector presenta corrupción, como lo de Pemex Internacional, por ejemplo, yo sí lo voy a preguntar.

– ¿Por qué “Lord Molécula”?

El nombre nació a raíz del tema del huachicoleo, cuando citaron a Octavio Oropeza, titular de Pemex, de quien yo sabía que era ingeniero agrónomo, y le pregunté: “¿Cuál era el punto de ignición de la molécula?” No supo responderme y su equipo empezó a Googlear hasta que encontraron la respuesta. A partir de ahí empezaron a llamarme en las redes “Lord Molécula” y, gracias al consejo de mi hija Karla, quien me dijo “tómalo por el lado positivo” y después los compañeros YouTubers que van ahí, El Chapucero, Vicente Serrano –entre otros–, me recomendaron registrar el “Lord Molécula” e hice mi canal de YouTube (Lord Molécula Oficial) que ha hecho que tenga un crecimiento exponencial, al grado que en tan solo en cinco meses cuento ya con 75 mil suscriptores. “Me llena el alma que la gente quiera tomarse una selfie conmigo”.

– Económicamente ¿Te ha redituado algo asistir a las mañaneras?

Sí. Precisamente en el sector energético, como tú sabes, también soy Ejecutivo de Ventas y, al verme aquí, en las mañaneras, ha hecho que mis ventas de publicidad en la revista se incrementen. En el caso del portal de YouTube “Lord Molécula Oficial” también me ha ido bien. Yo no había buscado la monetización, sin embargo se ha dado. No es la gran millonada pero lo que me pagan por los golpeteos y reconocimiento a mis preguntas, ayuda mucho; “al menos para darles su ‘domingo’ a mis sobrinos”.

El diario Basta que dirige Miguel Cantón Zetina, llegó a publicar –sin aportar ninguna prueba– que el periodista Carlos Pozos Soto extorsionaba a empresarios y políticos para no “balconearlos” con el Presidente con sus preguntas, publicación que ahora ha sido borrada del archivo público digital del medio, y cuya respuesta –canalizarlo a su abogado para que aportara los elementos de prueba– la daría el lunes 11 de junio 2019 en La Agenda del Emprendedor  que conduce el periodista Raúl Fraga (Programa “Las Mañaneras, Tensiones y Controversias”)[1].

En septiembre 5 (La Otra Opinión/Ricardo Alemán) publicó: “el reportero Carlos Pozos Soto, mejor conocido como ‘Lord Molécula’, quien ha sido señalado de formular preguntas a modo para el presidente Andrés Manuel López Obrador le preguntó si “el ganso había perdido una pluma durante sus nueve meses de gobierno”; a lo que el mandatario respondió “me canso ganso y ellos no se hacen patos”.

O bien http://www.albertserrano.co.uk quien dijo: “Uno de los periodistas que más ha destacado en las mañaneras, pero por hacer el ridículo, preguntando cosas como ¿Cuál es el punto de ignición de la molécula? o si el Presidente de México conoce los artículos de la constitución de Venezuela. Su peculiar vestuario y bigote hace que en las redes sociales lo confundan con “Don Justo”[2].

“Yo hago las preguntas que debe hacer cualquiera que se diga ‘periodista’ y buscar incomodar con ellas para hacer que el Presidente dé la nota” afirmó a Noreste.net. Así, Carlos Pozos ha posicionado temas como: 1) “¿Le ha sido fácil gobernar estos primeros 100 días?”; 2) “El ganso ¿ha perdido una pluma? 3) El tráfico de armas; 4) “Que si EU tenía el valor moral para exigir cuando ellos son los principales consumidores (de drogas) y tienen ese problema social; 5) La corrupción en la Comisión Federal de Electricidad; 6) La corrupción en Pemex Internacional; 7) el tema de Oro Negro; 8) El robo de piezas arqueológicas; 9) Si le va a dar la concesión de un canal de TV a la Iglesia, 10) Su opinión respecto al aborto; y 11) Sobre el tema de la tauromaquia en el país, entre muchos otros temas, porque –según se ha publicado–, ha sido el periodista a quien AMLO más le ha dado la palabra.

Fuentes:

[1] https://www.youtube.com/watch?v=Avr6nu7QI4s&t=1288s

[2] http://www.albertserrano.co.uk/quienes-son-periodistas-conferencia-mananera-lopez-obrador-amlo/

http://www.noreste.net/noticia/carlos-pozos-soto-lord-molecula/

Publicado el 3 de noviembre 2019 en Noreste.net