“Para mí, en resumen, los diálogos circulares del presidente Andrés Manuel López Obrador son un montaje con destellos de conferencia de prensa” afirmó a este medio el periodista de investigación y asiduo asistente a las reuniones diarias del Salón Tesorería de Palacio Nacional, Alejandro Lelo de Larrea, horas antes de la llegada del 2020, después que accedió a platicar sobre su experiencia en este importante ejercicio de comunicación, único en el mundo, iniciado desde hace un año –diciembre de 2018– al triunfo de la llamada Cuarta Transformación de la República.
Quienes conocen a Alejandro Lelo lo identifican como un profesional de la comunicación serio, responsable e incisivo, experto en cobertura y análisis de temas políticos. Él cursó la carrera periodística en la Universidad Tecnológica de México, UNITEC, a principios de los noventa y, en su andar ha dirigido –de 2003 al 2008– la Revista Cambio, fundada en noviembre de 1998 por el Nobel de Literatura Gabriel García Márquez después de que adquirió con otros socios los derechos de la versión colombiana de Cambio 16.
De 2008 a 2010 Lelo de Larrea fue director de la revista Newsweek, la que se publica desde febrero 17 de 1933 en New York, y fundara Thomas J.C. Martyn; y que, a partir de 2004, es adquirida la licencia por Grupo Editorial Vía Satélite como Newsweek en Español para circular en México, Estados Unidos, Centro y Sur América. Salió de ella por la llegada de nuevos dueños después de haber sido revendida.
En junio de 2018, casi al cierre de las campañas, fue invitado a trabajar al Grupo Cantón, en el Diario Basta, propiedad de los tabasqueños encabezados por Miguel Cantón Zetina como Director General y cuyo periódico sede es Tabasco Hoy, fundado en diciembre de 1987. “Básicamente fue para hacer la cobertura de López Obrador como presidente electo, y después como presidente en funciones”, confirmó Lelo de Larrea. Ahí, en la primera etapa realizó crónicas diarias y cubrió giras presidenciales y, para diciembre del mismo año, inició la columna “Palacio Nacional”.
Entre otros trabajos, ha estado en El Universal, Reforma, El Financiero y Contenido, por mencionar algunos. Ha cursado diplomados como el de Marketing político en el ITAM; Comunicación Política y Periodismo de Investigación en la Universidad Iberoamericana, y otro en Nuevas Tecnologías de la Información por el Tecnológico de Monterrey. Actualmente ocupa la vicepresidencia de la Asociación Mexicana de Periodistas de Radio y Televisión.
– ¿Por qué saliste del Diario Basta?
– Todo iba bien hasta agosto (2019) cuando se cayó la publicidad oficial y que me fue censurada una columna. Al preguntar a uno de los dueños el porqué de la censura, me respondió “es que ‘chuchito’ nos escribió para que le ‘ayudáramos’, y pues ya no podremos seguir publicando tu columna”. Aunque el primero que me había censurado fue Omar Aguilar, entonces director de Basta; sin embargo, inexplicablemente la misma columna fue publicada en Campeche Hoy; aún la conservo.
Esa fue la versión del dueño y de ahí vino el cambio. Aunque cabe aclarar que con Jesús Ramírez Cuevas ya había un asunto complicado porque en alguna ocasión me había reclamado de manera grosera el contenido de una columna y, dos o tres veces, cuando llegaba a Palacio Nacional y me saludaba decía “¡Aquí llega el mentiroso!”
Así fue mi salida, pero al mismo tiempo yo ya trabajaba con Ricardo Rocha en el Canal del Congreso (Ciudad de México) y allí continué trabajando hasta que Rocha renunció y yo salgo con él. Lo que sí, es que preví –por las presiones que había– y me acredité por una red de portales que tenemos varios colegas.
Lelo de Larrea ha sido líder del proyecto Círculo Digital que aglutina unos 18 portales multitemáticos con 55 mil visitantes únicos diarios y 1.8 millones de seguidores en Twitter. Entre ellos están Mensaje Político (creado por Alejandro Lelo), Esfera Empresarial, RadioNetMéxico.TV, Revancha Deportiva, Infraestructura 360, Cdmx.Info, Maya Comunicación, Noticias México, En Primera Fila.TV y Doble Tinta.
A su salida del Grupo Cantón –asegura–, acreditarse por Mensaje Político y Círculo Digital fue algo complicado “porque se tardaron como dos semanas. Me la hicieron cansada, hasta que tuve que hablar con Jesús Cantú y él fue quien me resolvió el tema”.
– ¿Cuándo y cómo fue tu primer día en las mañaneras?
– Fue un 3 de diciembre de 2018 en una conferencia intrascendente, algo así como el propedéutico de la primera clase de la escuela. No recuerdo si pregunté; creo que no. Desde entonces –por todo lo que hay alrededor– uno como periodista se convierte en parte de la noticia por las agresiones en redes sociales cuando una pregunta trasciende mucho. Esto no me agrada porque los periodistas jamás debemos ser noticia.
– ¿Cómo consideras la forma de otorgar la palabra por parte del Presidente?
– Totalmente tendenciosa. Él nos ubica perfectamente y sabe qué preguntas hacemos y, a partir de ello maneja la conferencia en los temas que quiere y le conviene empujar; a veces ni siquiera son los que él plantea al inicio de la conferencia, pero es evidente que siempre hay colegas que se prestan a la temática cómoda.
Por ejemplo, siempre la conferencia lleva un título, y recuerdo la que se llamó “Resultados en materia de atención ciudadana”; el presidente sale y dice “hoy no vamos a dar ninguna información, van a ser únicamente preguntas y respuestas”, empieza y en algún momento un colega de manera “espontánea” cuestiona sobre la atención ciudadana, y entra ya al tema. La encargada del área que se encontraba ahí (aunque no estoy seguro de que ella tuviera conocimiento) porque yo estaba cerca ella y sentí que la agarraron “fuera de base”. El presidente la llama al estrado y hace su presentación, ahí es claramente una pregunta sembrada. Ya tenían todo… y de pronto el presidente dice: “Tenemos un video que yo grabé…”, esas son las preguntas sembradas y él ubica bien a los colegas que se prestan para hacer esa labor.
Hay compañeros que hacen preguntas suavecitas en las que el Ejecutivo se extiende; así es como le va dando ritmo a la conferencia y llena el tiempo; por supuesto que son preguntas a modo. Hay colegas que han preguntado más de 50 veces, incluso casi sesenta o más; mientras que hay otros que únicamente han preguntado dos o tres veces.
– En las mañaneras ¿Se venden preguntas?
– Uno puede sospechar muchas cosas, se especula mucho, pero yo no tendría prueba alguna para afirmarlo. Lo que Diario Basta publicó sobre el presunto soborno y presión de Lord Molécula –Carlos Pozos– a políticos y empresarios con exhibirlos en las mañaneras, fue a partir de un texto circulado en Whatsapp que Basta dio por bueno, y creo después lo borraron. Carlos me reclamó pero le dije “Yo trabajo ahí pero no fui quien lo publicó, ni siquiera les pasé el chisme”.
– Tampoco Brozo presentó pruebas de que las mañaneras eran montaje…
– Bueno. Eso sí es verosímil y hay elementos. Brozo se refiere a que no es una conferencia en el estricto sentido de la palabra, en la que se plantean temas y hay libertad para preguntar; incluso cuando Jefe de gobierno las conferencias de López Obrador duraban solo de 30 o 40 minutos; y a lo que se refiere Brozo –y yo también lo sostengo– es que están las cosas preparadas: preguntas sembradas. El montaje a que se refiere es cuando ha ido gente a alabar al presidente.
No hay que olvidar que una de las asesoras de las conferencias mañaneras sigue siendo Azucena Pimentel, la que fue productora del montaje de García Luna en Televisa y que llevó a liberación de la francesa Florence Cassez…
– Y cuando cuestionaste al Presidente acerca de Azucena, te dijo que “habría que escucharla”
– Cierto, pero no la ha llevado y tampoco ha emitido algún comunicado o un tuit al respecto. Guardó silencio. La denuncia, en estricto sentido, ni siquiera es mía; es a partir de un libro de Jorge Volpi, el expediente judicial del otro acusado, Israel Vallarta, y la versión de Juan Manuel Magaña quien era Jefe de Información de Carlos Loret de Mola, así como otra mujer que trabajaba con él. A partir de esas versiones yo plantee de la pregunta.
– Del 1 al 10 ¿qué calificación le pones a Comunicación Social de la Presidencia?
– Cinco creo yo. ¡Y le fue bien!
– ¿Por qué?
– ¡Sólo observa la imagen del Presidente! Ha caído desde su punto más alto de aprobación que fue de 81% promedio al 68%, más o menos promediando encuestas. Si se te cae 13 puntos de febrero a noviembre algo se está haciendo mal en comunicación. En casos de crisis no habido una reacción, un control de daños que funcione. Ejemplo Culiacán, Sinaloa, donde había cuatro o cinco versiones por parte de la Secretaría de Seguridad Ciudadana que después se comprobó eran falsas. El vocero tendría que tener toda la información y hacer un mensaje unificado. Eso no está ocurriendo.
Jesús Ramírez, desde mi punto de vista, opera únicamente como el coordinador de las conferencias matutinas. Son muy pocas ocasiones que, si estás buscando una información, el vocero te lo resuelva. O el presidente muchas veces le encarga “Al rato entregas esto…” y nunca lo hace. Yo creo que en ese sentido no está funcionando.
Si tú ves, la conferencia está pensada para Redes Sociales, en impactar en ellas en las primeras horas del día, por ejemplo de 6 a 11 de la mañana; y después se revierte completamente la tendencia y no hay contención. A lo que se dedican –incluso en contra de los colegas– es a difamarlos, a insultar o agredir en las redes. No tengo pruebas de que sea Presidencia quien instiga esto, pero sí hay evidencia de que todas estas cuentas agresoras fueron las que tuitearon a favor durante la campaña de López Obrador. Eso es la estrategia que yo veo en la vocería y que no es del presidente.
Fue un error de Jesús Ramírez exhibir la lista tramposa de periodistas donde ‘no estaban todos los que son, ni eran todos los que estaban’. Además dijo que muchos de ellos habían recibido mil millones de pesos. Ese tipo de cosas yo creo que al gobierno no le retribuyeron ningún beneficio. Al contrario, fueron en su perjuicio. Y todos los días el propio presidente se queja de los columnistas. Asegura que están ‘nueve a uno, nueve en contra y uno a favor’; además ahí no tendría razón de quejarse porque continuamente él señala que “hay apertura y que la crítica es bienvenida”. Si estas en esa tesitura no debes quejarte ni lloriquear de que te critiquen. Al contrario, en todo caso aprovechas para dar argumentos a tu favor de lo que están diciendo.
– ¿Por qué los columnistas renombrados no se acercan a las mañaneras?
– Supongo que las desprecian porque no las ven como un ejercicio serio de rendición de cuentas. También puede ser que prefieran evitar alguna rispidez con el presidente; y –¿por qué no? – algunos no se quieran levantar tan temprano. Lo ven inútil porque lo consideran montado; sin embargo yo creo que sí hay la posibilidad de preguntar lo que quieras y a veces de que el presidente te responda. Puedo decir que –en lo personal– sí he logrado meter preguntas y que sí las ha respondido, aunque son más las que elude.
Las conferencias las veo como una especie de Boletín de Prensa, cada quien sabe cómo lo maneja: si lo copia, pega y publica, o si lo investiga, contrasta y consigue otras entrevistas para enriquecerlo; es un poco lo mismo con la mañanera. Y aunque puedo no estar de acuerdo siempre con lo que preguntan o dejan de preguntar mis compañeros, invariablemente lo respetaré.
Asegura Lelo de Larrea que es innegable el valor periodístico de las mañaneras. “Aunque traigan el 80% de relleno, de montaje, tiene destellos de valor periodístico y es necesario buscar aprovecharlo. Aunque no sean lo que uno quisiera como periodista”.
“Si democratizara el derecho a preguntar perdería el montaje y con él, no tendría el presidente control de las conferencias. Es distinto a cuando hacía las conferencias en gobierno de la Ciudad de México; ahí llegabas y te apuntabas como fueras llegando. Pero si ya habías preguntados dos o tres veces en la semana, te pedían que aguantaras. O sea que buscaban una equidad en el derecho a preguntar”.
– ¿No te ha provocado comentarios tu apellido por estar ligado al Ministro de la Suprema Corte de Justicia y al caricaturista Paco Calderón de Reforma?
– Me han preguntado, pero en realidad si existiera algún parentesco sería muy lejano. Y eso porque el apellido es poco común; sin embargo no tengo trato con él (Arturo Zaldívar Lelo de Larrea), ni la menor relación. Respecto a Paco Calderón no lo conozco ni en persona. Son tan lejanos que ya ni parientes son.
Sobre la sentencia de la sala superior del tribunal para sancionar a Jesús Ramírez Cuevas por difundir ilegalmente propaganda gubernamental en periodo de veda, creo que en el peor de los casos para Jesús, lo van a amonestar; sino es que van a encontrar un camino con argumentos leguleyos para ni siquiera amonestarlo.
Publicada el 5 enero 2020 en Noreste.net
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