De López Obrador, leía en algún lado, cuando era candidato ‘tenía la solución para todos los problemas’ del país; pero hoy que es presidente tiene ‘todas las escusas’ para resolverlos. Pese a ello, lo que más se ha aplaudido en su gobierno, se puede decir, han sido hasta ahora sus programas sociales: pero del desempeño de sus “honestos” secretarios de estado, equivalentes al “gabinetazo” de Vicente Fox, se habla mucho de su incompetencia y la poca honestidad según pruebas públicas (actuales e históricas) exhibidas.

En días pasados, llegó a nuestras manos un estudio que se atribuye al Centro de Inteligencia Política, CIP, cuyo director general Juan Ricardo Pérez-Escamilla González (Co-fundador de Oraculus), nos autorizó su utilización para este trabajo. En su página de Facebook remite a su web (centralip.com.mx) que, al dar click aparece “Future home of something quite cool” (Futuro hogar de algo bastante genial) y que es definida como “una agencia de análisis y comunicación política, electoral, promoción turística y de asuntos públicos”. Felicidades al maestro Pérez-Escamilla.

En el estudio mencionado –que consiste en un Análisis de Reputación Mediática de Actores (ARMA) –, es medido, comparado y contrastadas las tendencias mediáticas en la generación de reputación mediante sucesos de impacto nacional en secretarios de estado del gabinete actual, correspondiente al mes de abril (2020).

Lo primero que llama la atención es la metodología, que consistió en la revisión (mediante algoritmos) de materiales publicados en 35 diarios, 35 canales de televisión y 30 emisoras radiofónicas, referentes a los secretarios de estado del gabinete de AMLO, anticipando que ARMA ‘no hace un análisis publicitario sino relacionado con la recepción de la agenda política dentro de la agenda mediática’.

También que, en el método de valoración de la información publicada, se hace una agrupación automatizada de cada una de las noticias correspondiente al mismo tema y, de igual modo, a cada noticia se le asigna “un valor comercial”, como si fuera inserción publicitaria, tomado como base el Directorio de “Medios Publicitarios Mexicanos”, principal referente para la industria de la comunicación masiva en materia de precios por publicación.

El objetivo es diferenciar el impacto de cada noticia difundida, ya que es diferente una nota de primera plana en un diario de circulación nacional o una nota difundida en un noticiario de televisión (cadena nacional), que una noticia interior de un periódico regional o alguna noticia en estaciones locales de radio. Por ejemplo, en el caso de periódicos, al recortar la noticia, el sistema calcula su valor comercial, y el eje del algoritmo será el costo módulo por columna y/o plana completa; dato que se cruza con factores clave como la sección, página, tipo de periódico, día de publicación, entre otros.

En radio y televisión el algoritmo usa como base el costo por segundo en el cual el valor comercial es proporcional al número de segundos o minutos que dure la nota. También se consideran factores como el programa, horario y frecuencia de transmisión. Cada tema es calificado por el ‘sentimiento’ de la información; es decir en temas positivos, negativos o neutros con base en su repercusión en la reputación del actor.

A reserva de que ustedes por sí mismos vean y valoren en cada gráfico las calificaciones específicas de los personajes, quisiera destacar algo que, no por ser evidente deja de ser significativo para la credibilidad los secretarios lopezobradorianos; y es que aparte de las valoraciones que, por ejemplo, tiene Marcelo Ebrard en el mes de abril, la más alta, podemos también destacar que la valoración efectiva es obtenida de la diferencia entre impactos positivos y negativos, y esta calificación positiva es indicada en puntos (o pesos).

Así, el Secretario de Relaciones Exteriores, obtiene la evaluación más alta con 141 puntos, seguido de José Rafael Ojeda Durán, Secretario de Marina, con 93, seguido del Secretario de la Defensa Luis Cresencio Sandoval con 32. Los demás María Luisa Albores González (Bienestar) 5 puntos, Román Meyer Falcón (SEDATU) 4, y para Miguel Torruco Marqués (Sectur) 3. Tanto Esteban Moctezuma, SEP, como Víctor Villalobos, SADER, tienen cero; mientras que los peor evaluados son Javier Jiménez Espriú de Comunicaciones y Transportes y Víctor Manuel Toledo, Semarnat, con -1 y -5 respectivamente.

Los puntos negativos más altos –mes de abril– los tiene Jorge Alcocer (Salud) con menos 295, le sigue Arturo Herrera (Hacienda) con -238, Rocío Nahle, Sener, -117; Luisa María Alcalde, STPS, -107; Irma Sandoval, Función Pública, -52; Olga Sánchez Cordero, Gobernación, -49; Alfonso Durazo, Seguridad Ciudadana, -37; Alejandra Frausto, Cultura, -12; y Graciela Márquez Colín, Economía, -9. Como siempre, la mejor opinión es la suya.