“A como dé lugar”, las tropelías de la familia Alvarado Galicia son tan grandes como su ambición política y su voluntad de apoderarse y perpetrarse en el poder que otorgan los cargos públicos; sin embargo, la lumbre la tienen muy cerca porque la Unidad de Inteligencia Financiera a cargo de Santiago Nieto, desde 2020 ha venido investigando a empresas proveedoras, involucradas con administraciones anteriores con el PRI y en la red de desvío de recursos conocida como Safiro.

Incluso la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum se ha reunido con Santiago Nieto para acotar la acción del crimen organizado y retomar casos de exfuncionarios públicos que desviaron recursos con ayuda de empresas proveedoras, para financiar en 2018 a su socio de Movimiento Ciudadano, ganándose el odio de los priistas, pero posicionando a Octavio Romero en la ahora Alcaldía; otro ejemplo es Leslie Hernández Barranco, ex directora de adquisiciones en la entonces Delegación Milpa Alta, quien contrató empresas irregulares sin giro comercial ni domicilio fiscal. Ella es pareja de Jorge Alberto Alvarado Robles, el hijo del ex Jefe Delegacional en Milpa, Jorge Alvarado Galicia.

Para engañar a la gente, el ex delegado de Milpa Alta, 2015-2018, al cobijo del PRI, ha creado organismos como “ALGAL Buenas Costumbres A.C.”, y ha sido presidente del Comité de Administración de la Central de Abastos de Toluca (2007-2011); también ha fungido como Secretario de Organización del Comité Delegacional del PRI en Milpa Alta; pero no se deje engañar porque tanto Jorge Alvarado Galicia como su hijo Jorge Alberto Alvarado Robles, y su pareja Leslie Hernández, están involucrados con empresas como Algal Buenas Costumbres; Constructora Invelco; Constructora y Abastecedora Cofex y Ansof Comercializadores. En 2018 traicionó al PRI y apoyó a Movimiento Ciudadano para que gananara la alcaldía de Milpa Alta su socio Octavio Rivero. Aunque les hayan cambiado el nombre a varias de sus empresas para volver a entrar al programa de licitaciones, la gente está cada vez más despierta y no es tan fácil que les vuelvan a dorar la píldora. A partir de sus empresas, algunas con otros nombres, estos delincuentes políticos han estado buscando ganar otras alcaldías y, por supuesto, ampliar su red de corrupción.