Corresponsal de Vanguardia Veracruz

Cuando las conferencias matutinas de Palacio Nacional recién iniciaron y que la gente comenzaba a levantarse temprano para ocupar las primeras sillas, y así tener la oportunidad de cuestionar al presidente, Esteban Durán Acosta se había incorporado a aquel grupo de personas que formábamos parte de las mañaneras, levantándose a las dos o tres de la mañana. Actualmente, después del Covid19, ya calendarizadas las asistencias, al portal del que Esteban es corresponsal, ‘Vanguardia’ Veracruz, le ha correspondido asistir tres días a la semana. De buen ánimo y con toda la actitud por adelante, Esteban Durán comentó para ‘Quién es quién en las mañaneras’ haber nacido hace 59 años (1964) en Ciudad de México y que se considera “100% chilango”.

Como tal, su carrera de periodista la inició en 1985, a los 21 años de edad, en el periódico ‘El Nacional’ cuando aún era el medio oficial del gobierno, y que desapareció a inicios de la administración del ex presidente Vicente Fox. “En sí, desde el punto de vista de la academia, yo no tengo una carrera como periodista, porque tuve la ‘mala decisión’ —como muchos jóvenes— de salirnos de casa, casarnos a temprana edad, y el clásico “o estudias o trabajas”, aunque en realidad dicen que eso no es cierto, porque el que quiere estudia y el que no, no; pero tampoco me arrepiento… En 1985 inicié en ‘El Nacional’ como ayudante de redacción, algo que ahora muchos jóvenes desconocen…

¿Qué era lo que hacíamos? Íbamos por las tortas, los refrescos, los mandados de los reporteros, de los jefes de edición, recogíamos boletines, fotografías; ahí mismo en lo que era la redacción, fotomecánica, cuarto oscuro, y también repartíamos en las distintas secciones el “hueso”, que así se llamaba, y se centraba en la mesa de redacción, en la que los reporteros hacían tres copias de sus notas (jefe de información, de redacción y director), y nosotros nos encargábamos de repartir aquellas cuartillas. También distribuíamos cabezas que llevábamos a correctores de estilo; las fotografías para las secciones: espectáculos, deportes, nacional e internacional, etcétera.

“Así aprendí a redactar, recibiendo las notas de corresponsales, con aquellos telefonotes de antes; decidíamos ahí las fotos de los corresponsales y muchas veces teníamos que componer sus notas.  Esta fue mi formación: viendo cómo cabeceaban y redactaban sus trabajos los periodistas, los reporteros; viendo a los esquemadores, que en aquel tiempo contaban las líneas ágatas, medían las fotografías, las cabezas, los sumarios, etcétera, y con el paso del tiempo fui creciendo en ese sentido.

—Pero la Universidad y esos estudios ¿ya no los cursaste?

No. No, Sentí que ya no había necesidad; malamente, porque un título siempre es bueno porque de esa manera cobras lo que quieras y no te dan (los patrones) lo que ellos quieran… pero finalmente aquí estoy. Es una carrera, un oficio que me ha fascinado, y que lo hago con mucho cariño, con mucho amor, y que durante 37 años me ha mantenido.

—Además de El Nacional ¿en qué otro medio has trabajado?

En El Nacional llegué a ser corrector de estilo y responsable de fotografía; después me enseñé a cabecear, a redactar la entrada de las notas. Y, además de ese medio estuve en otras publicaciones: una se llamó ‘El Rotativo’, que ya desapareció, y en varias otras pequeñas, por decirlo así. Aunque también estuve en ‘Excélsior’, y Unomásuno, donde fui Jefe de Información y Jefe de Redacción; desde hace cuatro años he estado como corresponsal —en las mañaneras— en Vanguardia-Veracruz. Aparte tengo mi propio portal que se llama “Expresión México”[1], mismo que yo manejo, subo información, tomo fotos, etcétera.

—¿Has tenido algún problema de censura en el medio que estás acreditado?

Nunca. Tengo la fortuna de que ahí no me tiran línea. Es decir, la línea es moderada, tranquila, no es atacar por atacar, simplemente ser objetivos, cuando hay necesidad de hacer una pregunta nos limitamos a la información seria de los medios o a lo que se ve más objetivo. No me marcan, digamos: ‘tienes que hacer esto’… me dejan libre para que yo pueda enviarles los contenidos que considere convenientes, o de interés para el diario.

—¿Cómo fue tu llegada a las conferencias mañaneras y por qué medio?

Mi llegada fue precisamente con Vanguardia, y fue de manera fortuita. Yo, igual que tú, con mi teléfono hacía entrevistas, reportajes, y un compañero vio cómo lo estaba haciendo y me dijo que había personas en Veracruz que estaban interesados en que se cubriera la transición del gobierno, el cambio de poderes (Peña-AMLO), y me pidió prestado el teléfono para hacerlo, le digo “sí está bien, no hay ningún problema”. Nos pusimos de acuerdo para que yo le dijera como tenía que manejar el aparato celular, donde había que puchar para que de esa manera iniciara las transmisiones. Hicimos algunas pruebas, y él tuvo algunos problemas y me dijo “¡qué tal si mejor tú le entras!”

Fue de esa manera hablé con el director, me trajo el chaleco, un micrófono, un bastón, etc. Para que ya pudiera trabajar para ese medio a partir del cambio de poderes. 

—¿Cómo has vivido el cambio del periodismo tradicional al periodismo digital?

Yo soy de los reporteros de la vieja guardia, por decir así; y esa transición como que no me ha caído muy bien, sin embargo ‘renovarse o morir’ ¿no? Simplemente el utilizar las nuevas herramientas que el periodismo te ofrece, pero que al mismo tiempo te hace “conchudo”, porque antes, la redacción era un hormiguero, los jefes de redacción, los cabeceadores, los redactores, los correctores de estilo, de ortografía, etcétera.

Ahí llegaban los correctores, escribían su nota, cuatro o cinco que les encargaban, se esperaban, y cuando les decían “ya está bien, vete, no hay problema”, se retiraban; pero ahora este cambio simplificó de cierta manera el trabajo (‘y qué bueno’), porque ya evita que el reportero, el periodista, que después de trabajar sus fuentes, se vaya a la redacción, y ahí haga su nota. Ahora pues ya es diferente, ya no hay necesidad de ir a la redacción, hoy hay que enviarlo por correo electrónico, hasta las fotos las envías por esta vía; y eso limita la capacidad de trabajo del reportero, porque ya no tiene que ir a investigar porque el Internet te da todo, entras a Google y te la llevas con el ‘copia y pega’ y eso va en detrimento del periodismo.

—¿Cuáles consideras que hayan sido tus preguntas más trascendentales?

                A principios de la administración tuve la oportunidad de preguntar acerca del tema de los casinos que estaban en Quintana Roo, de los cuales le dije en aquel momento a la presidenta municipal de Benito Juárez quien había dado los permisos, igual que la Secretaría de gobernación, lo mismo que sucede en el norte del país con el casino que se quemó o quemaron los del crimen organizado, en el cual fallecieron muchos y no hubo respuesta para los familiares de las víctimas. Creo que ese fue el principal tema de relevancia durante mi participación.

                Otra más que hizo eco, y también fue mencionada en varios medios de comunicación electrónicos fue la de ‘los niños sicarios de Guerrero’ que cargaban sus fusiles, pistolas, siguiendo a los del crimen organizado.

—Se habla de que aquí, en las mañaneras vienen paleros y que se tienen periodistas a modo y se venden preguntas. ¿Cuál sería tu opinión?  

Yo pensaba igual, que había algún contubernio entre la vocería de la presidencia, y los simpatizantes de la 4T y el presidente; sin embargo con el paso del tiempo me fui dando cuenta que no era así… Muchos me lo han preguntado, e insisten en que sí, yo les digo que no creo eso; yo lo veo, no hay tal situación, quienes vienen a abordar esos temas a favor del presidente, ponerle temas para no incomodarlo, son porque están con el gobierno, que les gusta esa Cuarta Transformación, y porque están convencidos que finalmente este ha sido un verdadero cambio. No hay nada de que sean paleros, o de que están pagados.

Ahora, con las redes sociales, si estas en YouTube, sabes que si tienes miles o millones de seguidores eso te reditúa dinero y esta ha sido una transformación, e incluso han llegado a dar un giro en ese sentido, y yo creo que a ellos también les conviene monetariamente.

—Para ti ¿qué relevancia consideras tienen las conferencias mañaneras como una nueva forma de comunicar en presidencia?

Es muy buena sobre todo porque hay un acercamiento entre el jefe del ejecutivo y los medios de comunicación. Igualmente sirve para las masas, para los millones de mexicanos que siguen al presidente, y yo creo que sí ha venido a revolucionar bastante, porque además evita esa situación de que ‘tal medio no entra porque es pequeñito’ o que ‘tal medio no entra porque no se ve mucho’. Como siempre, antes eran los grandes medios los que tenían esa oportunidad de estar ahí, pero no había una interacción como la que existe ahorita.

Siempre se limitaban a la entrega del boletín, o estar en los eventos del presidente cuando se hacía allá en Los Pinos, o ir a las giras, pero hasta ahí. No había una situación de que se pudiera preguntar al presidente lo que se quisiera y que este contestara o no quisiera contestar, y antes, obviamente, había una lista de quiénes iban a preguntar, y sobre qué temas iban a hacerlo, y cuando no les parecía la trama simplemente no salías en la lista de los que ese día preguntarían.

Con la sucesión que vendrá, se va a extrañar si no se hace esto.

—¿Has tenido alguna militancia política?

  Ninguna. Siempre —como periodista— he tratado de ser objetivo, de señalar los errores tanto del PAN como del PRI como de otro partido. No milito. A veces como que sí simpatizo, pero hasta ahí. Si militara perdería mi esencia como periodista.

—¿Qué opinión te merece López Obrador como líder político?

Yo era uno de los primeros que asistía a los mítines del presidente cuando estaba en el PRD, cuando hacía aquellos movimientos masivos y el Centro histórico se llenaba. Yo asistía, era simpatizante porque me gustaba su forma de ver las cosas, lo veía con un sentido de justicia: ‘primero los pobres’ eso me parecía correcto y evitar todas esas canonjías, los derroches que tenía la burocracia dorada… siempre he estado en contra de ello… Lo que hizo al principio ha estado muy bien, pero también hay errores que no me parecen, debo decirlo, hay que ser crítico también en ese sentido, y objetivos.  


[1] https://expresionmexico.com/