Por José Sobrevilla y Raúl Fraga/Contextos
A quemarropa, −para esta segunda parte− el colega Raúl Fraga cuestiona al Dr. Samuel González Ruiz: ¿cómo podrá impactar, desajustar o estrechar −bajo la penetración financiera del narcotráfico − el fondeo de las campañas electorales en México? Acostumbrado a responder estos temas, respondió que, si ellos −los norteamericanos− acaban con el mercado ilícito de drogas, también terminarían con estas infiltraciones en la política, porque dejaría de haber dinero.
Si, como dicen, que acabarán con el mercado de productos ilegales… ¿Qué pasaría en nuestro país? Sin duda terminaría la llegada de las cantidades de dinero que permitían la corrupción; pero como mucha gente está acostumbrada a contar con estos recursos ¿Qué pasaría con ellos? ¿Aumentaría el secuestro, el huachicol…? “Aquí es donde yo hablaba −destaca el Dr. González Ruiz− que hay que entender que todos esos recursos en materia de prevención del delito que ya existen tendrían que ser reutilizados para el desarrollo de la gente (…) que puedan trabajar en los nuevos mercados que se tendrán que abrir y quedar”.
Los recursos existen, el problema es cómo los gastas; la presidenta Claudia Sheinbaum, en su informe, hablaba que ya se dedicaba, me parece el 2.5 del Producto Interno Bruto, a eso, y que es una buena cantidad de dinero; entonces, si se dan como asistencia social, produces un efecto; pero imagínate si son usados para generar nuevos estudiantes, conocimientos, que compitan no sólo con los norteamericanos y los chinos. Ese es el tema central de la gran oportunidad que tiene el gobierno si se plantea las cosas de manera correcta.
Recientemente, en Nueva York, “El Mayo Zambada”, se declaró culpable de haber trasladado 1.500 toneladas de cocaína a los Estados Unidos; 4 toneladas por mes, la mitad era colombiana, y eso le redituó, según los americanos, 15 mil millones de dólares. Lo que quiere decir que le estás dando un precio, si el cálculo es correcto, de 25 mil dólares por kilo en Estados Unidos; lo que puede producir, en el menudeo norteamericano, hasta 8 o 10 veces más, 150 o 200 mil dólares por cada kilo; el mercado mexicano nunca puede ser así de caro.
En Asia hay países donde, si vendes droga, te aplican pena de muerte; hablamos de Singapur, Malasia, y toda el área de China. Incluso, hubo unos mexicanos que se acudieron a hacer drogas allá y fueron detenidos; los sentenciaron a pena de muerte y luego cambiaron a prisión de por vida… Lo que pasa en México es un cambio de paradigma.
Así, el Dr. González Ruiz comentó que del misil que le lanzaron a una lancha en aguas internacionales cerca de Venezuela, los norteamericanos tenían inteligencia de que había salido de ese país con 11 personas a bordo, porque los estaban oyendo. “Lo que yo he estado explicando es ‘por qué los norteamericanos pueden oír sin orden judicial’. Es un tema muy importante que se tiene que entender”.
Antes habían hecho de manera psicológica una operación idéntica en México, al declarar a tres instituciones financieras: dos bancos y una casa de bolsa apoyadores del terrorismo y, en cinco días quebraron; le pegaron estratégicamente sólo al dos por ciento del sistema bancario, pero mandaron el mismo mensaje que a Maduro: “Mi misil fue de precisión; le pude haber pegado más fuerte a una institución financiera más grande, pero no fue así (…) Te estoy mostrando lo que te puedo hacer”.
− ¿Cuenta la presidenta Claudia Sheinbaum con equipos de asesoría, con think tanks o con la capacidad de análisis sobre este contexto global?, debate Fraga, porque en las mañaneras nos muestra absolutamente un discurso, una relatoría, de que no pasa nada y no da argumentos.
En el equipo de economía tiene a Marcelo Ebrard, hombre de gran experiencia e inteligencia, que conoce muy bien la realidad norteamericana y francesa; y luego, obviamente, a Omar García Harfuch en la Secretaría de Seguridad Pública, quien se ha interrelacionado muy bien con los norteamericanos para hacer cierto tipo de operativos.
Al canciller Juan Ramón de la Fuente le tocó estar en Naciones Unidas como Embajador de México de Naciones Unidas durante seis años, cuatro de los cuales fueron con Joe Biden, demócrata. Él, siendo psiquiatra, tiene una predilección por un tema muy importante, por la utilización de drogas a la legalización. Y ahora, como secretario de Relaciones Exteriores, logró sacar esta última negociación con Marco Rubio.
Pero hay otras partes del gobierno mexicano que no tienen el entendimiento completo de toda esta situación. O sea, si la apuesta de México es que Donald Trump vaya a perder las elecciones intermedias y que los republicanos vayan a perder las elecciones dentro de tres años, si esa es la apuesta y pierden, nos va a ir mal.
Son fuerzas gigantescas, y estamos viendo una pelea en los Estados Unidos entre dos modelos; el que encabezan los think tanks de Trump, que no es Trump, que es el modelo de Maga (Make America, Great Again), y el otro cercano a los demócratas.
Implica un desarrollo hacia ciertas teorías en materia de visión de la justicia, de visión de drogas, que encabezan los grupos ligados a Open Society, para no personalizarlo en Soros (George), y sus vinculaciones con el partido demócrata. “Fíjate bien cómo Trump va a tomar la policía de Washington con la Guardia Nacional y te reduce el 40% del crimen en tres semanas, y sigue con Chicago y después con California.
¿Para qué? Para demostrarle a la gente que el modelo expandido por parte de Open Society fracasó en México, y también en los Estados Unidos, y por eso la violencia. Si logra Trump hacer eso (y no él, porque él se puede ir mañana, pero Maga llegó para quedarse), si los americanos entienden el gran conflicto de China y lo que está en riesgo, que es su propia hegemonía, entonces estás en otro paradigma.
Ahora bien, ¿está entendiendo el gobierno mexicano el prototipo en el que está? ¿cómo se van a comportar los elementos mundiales en torno a este punto? Los chinos llevan la ventaja. Se puede dar el lujo, el establishment americano, de perder el liderazgo y decir, vamos a hacer el segundo país del mundo, o harán todo lo que se pueda por continuar siendo el primero, al costo de que se vuelvan una sociedad espartana.
Ser una sociedad espartana quiere decir que van a terminar con el hedonismo, los mercados de drogas y la liberalidad en el tema de derechos en algunas comunidades; eso es lo que está en juego y nosotros estamos aquí observando. Yo espero, como lo dice Alfredo Jalife, que los asesores de la presidenta tengan un diagnóstico muy acucioso, preciso, de lo que está pasando. Hasta este momento, como he dicho en varias entrevistas, “Trump ha sido implacable, y va ganando batalla por batalla, pero no es Trump, es Maga”.
La primera batalla, estaba perfectamente planeada: “bajarle el switch a USAID (U.S. Agency for International Development) y a varias otras, quitándoles los financiamientos. Todo merece un plan maestro; los canales americanos y, sobre todo, la batalla norteamericana que se está dando desde este momento por la elección del próximo año, va con todo, y nosotros estamos metidos en eso.
Los mensajes que está mandando a Venezuela son mensajes son muy fuertes. ¿Qué va a pasar con Maduro? Éste todavía le manda el mensaje a Trump, “quiero negociar contigo, quiero negociar contigo”, pero no lo van a dejar negociar.
− ¿Qué papel está jugando la Unión Europea en esta coyuntura tan crítica?
El problema es que tampoco se están dando cuenta de esto. Todos están metidos en el tema de Ucrania… Se introdujeron como en un campo minado y no saben cómo salir, porque quedaron en la batalla entre republicanos y demócratas Se metieron a evitar la caída de Ucrania con Zelensky. Vemos a un Macron que dice que va a enviar soldados para garantizar la seguridad de Ucrania; porque si pacta la entrega de las tierras (raras), ¿quién garantizaría el pacto de que ya no va a seguir avanzando Rusia? Y que lo vaya a respetar. Los escenarios mundiales son muy delicados y, desde hace casi medio año, el doctor González Ruiz había advertido lo que pasaría en Venezuela. VER VIDEO
Entrevista realizada el 8 de septiembre de 2025 en el café Chez Vous Bucareli, CDMX
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