- Las mañaneras, información a modo y a conveniencia del gobierno
- La rendición de cuentas: una dosis de información conveniente, promesas, generación de esperanza y paternalismo

Por José Sobrevilla, Premio Nacional de Periodismo
Para este trabajo, el espacio principal de la llamada Cuarta Transformación en materia de comunicación, las “mañaneras”, han sido analizadas desde diversos puntos de vista por diversos comunicadores y analistas; sin embargo, es la primera ocasión que una experta en medios públicos como la Maestra Laura Jarque Alonso, con su discreta presencia en la World Wide Web (Red Mundial o Telaraña Mundial) nos da una opinión diferente acerca de este importante tema, desde el punto de vista de la práctica comunicativa.
Ella es egresada de la carrera de Ciencias de la Comunicación por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, con estudios de maestría en Historia de México, con más de 40 años de experiencia profesional en el campo de los medios públicos nacionales y estatales, enfocados hacia la comunicación para el desarrollo y la difusión cultural. Ha impartido clases en universidades públicas y privadas.
“Su experiencia inició desde la creación del primer canal público de cobertura nacional, Televisión Rural de México y el Instituto Mexicano de Televisión. Ha laborado en el campo radiofónico para la prestigiada Radio Educación y el Instituto Mexicano de la Radio, Imer. Coordinó además el Sistema de Radios Culturales Indigenistas, y estuvo al frente de la Coordinación de Comunicación Interna y la Red de Televisión Satelital de Capacitación de la Secretaría de Economía y de la Dirección de Comunicación de Riesgos Sanitarios de la Secretaría de Salud.
“No obstante, el fuerte de su experiencia ha estado en el ejercicio práctico, y como ejemplo podemos mencionar que ha dirigido proyectos de comunicación y estaciones de radio y televisión públicas en los estados de Guerrero, Chiapas, Campeche y Yucatán.
− Como directora de varios sistemas de Radio y TV estatales ¿Qué diferencias percibes en los modelos de comunicación política gubernamental, tanto de regímenes anteriores como del actual?
“Si bien los sistemas estatales son independientes del gobierno federal, han tenido una tendencia partidista y van de la mano con el propósito del gobernante en turno. En los medios públicos nacionales y estatales, ha existido siempre una línea consecuente con el partido político que gobierna y, en ese sentido, han sido un instrumento político que apoya las labores partidistas nacionales en correspondencia. Su mayor valor ha sido ser vehículos para el desarrollo, la difusión cultural, informar con oportunidad y apoyo educativo, sin importar bandera, aseguró la también autora del libro “Iguales pero diferentes”.
“Este modelo de comunicación −agregó− ha operado y continua así desde la llegada del Movimiento de Regeneración Nacional, Morena, al poder, solo que con una mayor presencia en la reproducción del discurso político. Esto, derivado del nuevo modelo de comunicación política que estableció López Obrador, al concentrar en él la voz sobre todos los temas, en una “conferencia” diaria transmitida por diversos medios públicos nacionales, estatales y digitales.
“Debido a ello, los discursos de todas las áreas del gobierno se fueron alineando conforme a la óptica del único vocero que era el presidente, quien diariamente en una emisión de larga duración, era el único que informaba, corregía, desmentía o confirmaba declaraciones o informaciones y otorgaba la palabra a sus subalternos. Con ello ejercía un control casi absoluto sobre la información del quehacer gubernamental y político, porque desde ese espacio se dirigía también a los miembros de su partido político y se cuestionaba a la oposición.
“Así, la retransmisión de las conferencias mañaneras, ocuparon y han ocupado un espacio considerable en los contenidos de los sistemas públicos al ser retransmitidos; lo que significa mucho más en tiempo y forma de lo que se hacía con otros gobiernos.

Los medios estatales cumplen una función muy importante en la conservación y difusión tanto de la cultura como de la problemática local; es ahí donde se ven reflejadas las manifestaciones sociales y políticas estatales, porque los medios privados locales o estatales se han reducido a espacios noticiosos y de entretenimiento.
“Antes de la creación del Instituto Nacional Electoral, INE, y la legislación sobre el tiempo destinado a partidos políticos, los dueños del discurso político eran los miembros del partido dominante, los cuales muchas veces vetaban la participación de actores políticos o sociales que no estuvieran de acuerdo con el régimen establecido, parecido a lo que se vive hoy en México, solo que antes los medios privados seguían la línea del gobierno, ahora es abierta la inconformidad de algunos de ellos con el régimen actual.
“El gobierno federal utilizaba los tiempos oficiales en radio y televisión para difundir proyectos y avances, tanto en medios públicos como privados. Antes, si el gobierno federal quería incidir más intensamente en la población, tenía que pagar espacios a privados y contaba con tantos voceros como Secretarías o dependencias de gobierno existieran.
“Los encargados tenían la responsabilidad de informar, lo que también les permitía destacar su labor política; así que por la cobertura y penetración que tenían los medios comerciales, se establecían acuerdos económicos con ellos: periodistas y/o conductores. Por otra parte, en los medios públicos nacionales o estatales podrían tener presencia sin costo, lo que les otorgó −a los medios públicos− un valor político adicional a la labor cultural y social que los medios comerciales no cumplían ni cumplen. Ya con la nueva legislación establecida por el INE, los tiempos obligatorios fueron distribuidos de otra manera, pero aún continuaban los actores políticos teniendo un espacio en el panorama informativo estatal y nacional.
“Con la llegada de Morena, se pensó que habría un cambio en el modelo y mayor apoyo a los medios públicos para fortalecerlos técnicamente y en contenidos, pero no ha sido así, se ha visto reducido el gasto operativo; y, como cualquier proyecto, sale de la misma bolsa, se abrió un abanico de apoyos económicos a la población. La nueva distribución del dinero público les restó presupuesto y les impuso el modelo vertical de comunicación ya probado históricamente por los diversos partidos que han estado en el poder, solo que más intenso, porque ahora tienen transmisiones diarias con el presidente en turno.
“Con duraciones de hasta más de dos horas, las transmisiones especiales y de todos los espacios de análisis y noticiosos que tienen tendencia favorable al gobierno se han incrementado, porque se fueron eliminando algunos programas plurales que se producían en medios públicos nacionales y que eran retransmitidos por los estatales.
Señaló Jarque que, si se pensara que con esas conferencias se cumple el derecho a ser informado por parte del gobierno, “se respondería que relativamente, ya que la estrategia de López Obrador, ahora continuada por la presidente Sheinbaum, sigue informando a modo, para dar a conocer únicamente lo conveniente.
“Se han ido desapareciendo órganos autónomos que contribuían a ejercer el derecho a ser informados, como el Instituto Nacional de Acceso a la Información, INAI, en parte porque incomodaba tener que dar respuesta e informar de documentos que mostraran en qué y cómo se aplicaba un presupuesto, igual que leyes y reglamentos, así como temas relacionados con la labor pública gubernamental.
“Esto pone en evidencia cómo este gobierno desarticula instituciones a través de la desacreditación para justificar su desaparición. Ahora la ciudadanía ya no contará con una institución autónoma que obligaba al gobierno a responder. Porque “rendir cuentas” a través de las mañaneras se ha constituido en el espacio político que, bajo el pretexto de dar a conocer lo que el resto de los medios no informa, se comunica lo que interesa al gobierno para que su verdad prevalezca en la dinámica informativa.
“Ahora, el gobierno es quien también controla toda la información sobre su gestión, igual que con los gobiernos priistas. Desde la más alta investidura política del país, la ciudadanía se encuentra expuesta a la manipulación de la información, y la verticalidad en la comunicación es aún mayor.
“Este es un probado modelo de comunicación política que les ha resultado para enganchar a la gente, sobre todo por la nueva composición gubernamental y de participación social a través de redes, que ha logrado la manipulación en mensajes y multiplicado su efecto a través de medios digitales manejados por simpatizantes de Morena, que han ido construyendo audiencias. Cautivan a una población que en su mayoría no sabe bien a bien si los llamados influencers son o no morenistas, o simplemente críticos de los anteriores gobiernos y por ello los escuchan y/o ven.
Esta penetración −continua la Maestra Jarque Alonso−, través del uso de las redes sociales “ha sido un importante instrumento en la construcción de credibilidad y confianza; así, las nuevas tecnologías informativas al alcance de la mayor parte de la población, han dotado de movilidad y ‘portabilidad’ para reproducir y circular mensajes con nuevos actores espontáneos; algunos creados o financiados por el gobierno y que tiene un espacio destacado y han logrado tener incidencia en la vida cotidiana de los mexicanos.
“Algunos cumplen con su función de transmitir y solamente comentar, pero en redes sociales existe un universo de mensajes que circulan sin saber de dónde provienen, sin fecha, lugar o nombre de quién los emite, haciendo presente situaciones, acontecimientos, notas o declaraciones de hace meses o años como si fueran actuales; o materiales creados con las nuevas tecnologías, manipulados, donde ponen voz y texto a actores políticos, creando una mentira que se asume como verdad por una audiencia que desconoce de los alcances de estas herramientas: y así, la chispa sigue prendiendo fogatas a favor y en contra del régimen actual.
“En este modelo, la rendición de cuentas se traduce a una dosis de información conveniente, promesas y generación de esperanza; un paternalismo a través del otorgamiento de pensiones y becas como una forma de hacer justicia, hecho que genera hasta cierto punto, fidelidad hacia el presidente, no necesariamente a Morena.
“Este estilo es similar al de los gobiernos revolucionarios mexicanos; un modelo que logró mantener a un mismo partido durante 70 años en el poder, pero ahora con nuevos recursos tecnológicos y en un terreno social muy lastimado y seco. Se prendió la llama al desacreditar todo lo que no está en concordancia con el gobierno, con especial énfasis en el pasado político, por eso se mantiene una estrategia que sigue funcionando.
“Las matutinas marcan la diferencia en las formas del discurso político, parte de ello es el informar y desinformar al mismo tiempo, a través de descalificaciones y desviación de la atención del tema central para llevar a la audiencia a través de preguntas preparadas, al terreno temático o informativo que conviene en ese momento, y es así como se realiza la ‘manipulación’. Estas conferencias como estrategia principal, son la oportunidad para construir escenarios, anticiparse a asechanzas y derribar información no favorable; la oportunidad diaria de cambiar el discurso y tendencia desfavorable en el espacio público, concentrada la respuesta en una sola voz: la del presidente, y confirmar su autoridad; de ahí también la credibilidad que genera entre sus seguidores, porque no hay contradicción ni otra información.
“Nosotros no somos iguales”
“Hoy, desde la presidencia, se sigue la misma estrategia de López Obrador, con un discurso insistente en un ‘nosotros no somos iguales’ que incluye con un ‘ustedes’, a ese sector de la población convencida o simpatizante, y con un marcado ‘antes’ y los ‘otros’ en una excluyente declaración continua que sin matices incide en la división social y polarización que estamos viviendo. Las mañaneras son la mejor estrategia política que permite unificar la visión de un líder con sus seguidores, distraer y minimizar los aspectos críticos de la realidad mexicana, suavizar las consecuencias del quehacer político erróneo o ineficiente y controlar su impacto hacia la población.
“Antes, el dinero compraba espacios y opiniones; hoy también, porque la gente recibe promesas amarradas a la repartición de dinero prácticamente sin requisitos, eliminando cualquier interlocutor: es el presidente el que quita en un lado y le otorga al ‘pueblo’, asumiendo así −bajo su propio criterio− la ‘voluntad del pueblo, misma que es atendida a manera de recompensa y consideración. Desde el espacio de mayor poder en el país, se alega que son actos de ‘justicia’ repartir dinero, al tiempo que incapacita social y políticamente a quien se atreva a cuestionar.
−Los presupuestos para que funcionen los sistemas estatales de medios públicos ¿Qué los hace detonar?
En cada entidad, el desarrollo de los sistemas estatales de radio y televisión parte de una necesidad social e informativa, porque la mal llamada ‘televisión nacional, siempre fue la visión central de país, lo que hacía una comunicación vertical sin capacidad de retroalimentación, porque el alcance de la radio y la televisión pública siempre fue muy limitado técnicamente con problemas presupuestales desde su nacimiento y agudizados por la necesidad de realizar actualizaciones en equipos frente a los cambios vertiginosos en la tecnología.
“En un esquema similar surgen los primeros sistemas estatales, al principio con emisoras locales en las capitales y en algunos casos extendiendo sus redes a otras regiones de cada entidad; pero, salvo algunos estados, en determinados periodos de gobierno, siempre ha transcurrido la mayoría con grandes limitaciones. Pero su valor para interconectar a la entidad, atender necesidades informativas, sociales y culturales ha sido invaluable, pero no cuentan con suficiencia presupuestal y la reglamentación en la materia le ha otorgado un espacio muy limitado para hacerse de recursos; además de enfrentar la feroz competencia comercial que afrontan ante otros medios tradicionales y redes sociales que tienen fuentes de financiamiento.
“Si han subsistido ha sido porque aún ven en ellos un instrumento político y, en cierto sentido, los aprovechan como la única forma de otorgar voz a la ciudadanía y ser un vehículo para que se ejerza el derecho a la información; sin embargo, hay gobiernos que no los valoran como alternativa para la persistencia de la cultura local, la reflexión, el análisis y el sano entretenimiento; además de la oportunidad de mantener informada, y conectada a la población; porque pueden considerarse sistemas costosos, pero en términos de beneficio social, este sería mayor apoyándolos para que mejoren sus producciones y lleguen técnicamente a una población más amplia, y fortalecer así la cohesión social y valores, contribuir a mejorar la convivencia, mejorar niveles de conocimiento y reflexión, aprovechar la oportunidad informativa, de orientación y estimular la participación de la población en la generación de contenidos.
Un modelo para el análisis desde la academia
-Consideras que el modelo actual de comunicación ¿incidirá en la academia?
Necesariamente la innovación tecnológica cambió el manejo de la comunicación política en tiempo y forma; la diversificación de medios y audiencias, la movilidad de la información, han alterado los modelos en contenido, forma y capacidad de respuesta. Hay desplazamiento de medios y mensajeros; aparecieron nuevos actores improvisados que han generado empatía al encontrar −la población− factores de identificación con su pensamiento o realidad. Los marcos referenciales tradicionales, para analizar este fenómeno, no se ajustan, porque ahora el modelo cambió, y esta comunicación −en ocasiones y momentos− nace ciudadana y se politiza en el trayecto a las audiencias; o bien las audiencias al circularla le construyen un impacto político, porque todo lo que se vincula al quehacer público gubernamental se encuentra politizado.
“En ese sentido la población ha crecido en su educación política, critica y cuestiona más; hace más visible su opinión y sentir; porque este nuevo modelo de comunicación política es en parte, resultado de las nuevas formas de comunicación y participación de la población en el proceso comunicativo, así como de los cambios generacionales y el acceso a la información. Se ha impulsado una nueva forma de comunicarse en política, influida muchas veces por emociones, que son las que llegan a mover una opinión y acción. Si en el discurso político continuamente se menciona lo que te afecta, lo haces tuyo y ante ese estímulo viene una respuesta emocional, porque se hace empático el mensaje y se escucha a su mensajero.

“La invención de las ‘verdades’, los rumores, se han usado para la manipulación de las audiencias; y, la repetición simultanea del mensaje y la presencia del mensajero en varios espacios, así como la retransmisión de esos contenidos entre la población por disgusto o por gusto, son una reacción emocional. Los señalamientos y opiniones derivadas de una información afirman o polarizan posiciones y, en el marco de la libertad de la circulación de las ideas, los espacios en las redes sociales son por lo general una arena de debate emocional y con poca argumentación.
Entonces, vemos cómo sí ha cambiado el modelo político de comunicación, tanto por los nuevos medios de comunicación, como por los nuevos actores y, sobre todo, por la gran participación de la población en todo el esquema, sin que se hubiera propuesto que así fuera; por lo tanto, la respuesta política se ha tenido que adecuar a este nuevo contexto y fenómeno comunicativo.
−¿Qué diferencias puedes detectar entre los tradicionales modelos de comunicación y la forma digital de transmitir mensajes?
Estos nuevos modelos digitales han influido en la percepción de la realidad, lamentablemente inventándola en muchos casos. Las audiencias están viviendo un proceso de ‘fragilidad informativa’ por falta de educación mediática. Si antes era necesario educar para exponerse a los medios tradicionales, ahora tiene mayor relevancia para saber distinguir lo falso de lo real, la mentira de la verdad, así como las afectaciones y consecuencias de la exposición a esta avalancha de contenidos y mensajes.
Creo que, sobre la influencia de estas nuevas tecnologías, hay ahora muchas preguntas sin contestar el comportamiento social y la reeducación que se está recibiendo a través de ellos. Debe ser preocupante porque se contrarresta lo aprendido y al mismo tiempo se avanza también en el conocimiento, pero la complejidad de esta relación entre las fuentes y los usuarios de redes sociales es mayor, porque llegaron en un momento de la historia de la humanidad en la que los derechos sociales y humanos, las libertades, la diversidad y pluralidad son bandera generalizada en la sociedad y esto permite que todo tipo de voces y contenidos se difundan.
“Este entorno también agudiza situaciones de manera inmediata, al tiempo que organiza o desorganiza socialmente, por lo que la respuesta muchas veces es inesperada y con poco control; son nuevos escenarios que han dado paso a una etapa de libertades y censuras, así como una permeabilidad indiscriminada de contenidos a la que se está exponiendo niños y jóvenes. Y todo esto tiene y seguirá teniendo consecuencias en la percepción de la realidad, la credibilidad y la construcción de la verdad.
“Circulan contenidos con intención, disfrazados para confundir y engañar, por lo que ante una sociedad carente de formación para seleccionar y descartar información y un total desconocimiento de los alcances de estas nuevas tecnologías, se está abriendo una puerta de gran riesgo y también beneficio si no se sabe distinguir entre engaño y verdad, lo conveniente y lo inconveniente para la formación de niños y jóvenes. En estos nuevos contextos de libertades, circulan mensajes libremente y se “autorregulan”, al tiempo que aumentan su influencia social para formar o deformar opiniones o visión del mundo.
“Enfrentamos un panorama peligroso ante la llamada ‘posverdad’, por eso la importancia de educar sobre los alcances de estas nuevas tecnologías. La educación para el consumo de medios debe ser un tema ya en la educación formal y en el ámbito familiar; no solo para prevenir el engaño, sino porque en aras de las libertades, circulan cualquier cantidad de contenidos que pueden afectar la capacidad afectiva, emocional, social, generando comportamientos que perjudican en lo individual y en lo colectivo. Aunque estas nuevas tecnologías también representan un gran avance en la difusión del conocimiento y la oportunidad informativa, educar es la alternativa para distinguir la diferencia.
_¿Cómo pueden impactar −desde tu punto de vista− los sistemas de Inteligencia Artificial en la forma de hacer comunicación en las sociedades actuales?
Estamos presenciando procesos comunicativos inéditos, pero esperados conforme al pronóstico de lo que acompañaría a estas nuevas tecnologías. Una noticia se mantiene ahora más tiempo viva debido a las redes sociales; la manera de registrar los hechos y después relatarlos, requiriere de instrumentos técnicos mayores y costosos en la radio y televisión tradicional, pero con el acceso masivo a redes sociales y a tecnología, la multiplicación de mensajes inmediatos, la generación de una noticia (real o ficticia), la creación de personajes, la invención de una nueva historia de la historia, y la construcción de nuevos lenguajes, ha establecido un sistema circular de comunicación que continuamente se retroalimenta. Estas réplicas de mensajes y las intervenciones a un mensaje original, muchas veces generan ruido y confusión, otras aclaran y aportan a la reflexión.
“Para contar con algún medio de comunicación tradicional siempre se había requerido cierta capacidad económica para operar y se ha ejercido mayor control sobre la difusión de ideas y visión del mundo; sin embargo, ahora, en libertad y con amplios recursos para comunicar, cualquiera puede transmitir sus ideas, relatar una historia real o construirla en ficción. La retroalimentación es inmediata y encontrará receptores que a su vez retransmiten el mismo mensaje, o se convierten en comunicadores para reeditar contenidos, cambiando el sentido y forma del mensaje original, distorsionando el contenido e intención del propio mensaje.
“Transitamos por verdaderos procesos comunicativos, cuya retroalimentación puede estar ampliamente afectada por la cantidad de mensajes circulando sobre un mismo tema y un sin número de emisores y retransmisores; estos mensajes pueden no ser los originales y ya manipulados generan otro resultado en la opinión o la visión a evaluar en el proceso de recepción.
“Al ser información o mensaje intervenido, editado, que respeta o no el mensaje original, la formación de una opinión o deformación del conocimiento de un acontecimiento se tendrán probablemente distintas percepciones de un mismo hecho o declaración que ha transitado por diversas manos de opinadores.
“Hay que ver con detenimiento y cuidado para analizar, regresar a los teóricos que anticipaban estos escenarios con la masificación de medios y mensajes, ‘apocalípticos o integrados’, hoy son una realidad que impulsan una nueva construcción del espacio público y comportamiento social. La idea de aldea global y como el medio es el mensaje, es más vigente por los recursos tecnológicos al alcance ya no de unos cuantos empresarios dueños de medios de comunicación, sino en manos de cualquier ciudadano.
“La sociología de la comunicación tiene nuevas necesidades de análisis para medir el impacto de esta nueva era comunicativa como resultando el uso de estas tecnologías, los nuevos medios que ya están en manos de la población y cuya consecuencia están modificando la forma de relacionarnos y entendernos, acercarnos y alejarnos, dividirnos y unirnos… y todo en un instante.
Entrevista realizada vía e-mail desde CDMX a Cuernavaca, Morelos el 5 de julio 2025
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