Miguel Ángel Sánchez Hernández, una vida tras las cámaras
Por José Sobrevilla
En los pasillos del Palacio Nacional, Salón Tesorería y Patios Marianos, diariamente se le ve caminar siempre optimista, con la sonrisa y el saludo a flor de piel. Lo respetan y aprecian la mayoría del personal de logística tanto de comunicación social, como del llamado Centro de Producción de Programas Informativos y Especiales, Cepropie, también reporteros y camarógrafos de los diferentes medios de comunicación. Se trata de Miguel Ángel Sánchez Hernández, hombre bajito, jovial y que por varios sexenios, siete, le ha tocado estar detrás de las cámaras con varios expresidentes y otras personalidades de la comunicación; por ejemplo la periodista de CNN Gabriela Frías y el famoso comediante de la farándula, ya fallecido, “Chabelo”, que hizo el multi-conocido programa dominical “En Familia” en un canal de televisión, que los domingos alegró a niños de varias generaciones.
“Con Miguel Ángel hay una ‘Historias de vida’ muy interesante para tu sección de SociodigitalTV”, recomendó cierto día a este periodista el colega y amigo Eduardo Esquivel Ancona, corresponsal del portal digital SDP Noticias’. Establecimos realizar una video entrevista misma que, por cuestiones de trabajo, se vino posponiendo hasta que llegamos a concretarla el 7 de junio (2024).
“Soy pionero en Cepropie, desde los años noventa, y he ocupado distintos cargos” comentó de inicio Miguel Ángel y, añadió: “actualmente soy ayudante con la ‘Tonina’, que es la cámara que está hasta adelante con el presidente”. Al mismo tiempo, nuestro entrevistado se encarga de que la imagen del titular del ejecutivo salga muy limpia y, también, se ha puesto de acuerdo con algunos camarógrafos para darles el “Quiú”. La Tonina se desplaza por unos rieles para dar un buen encuadre a la imagen presidencial.
“Yo entré en la videoteca cuando la señal era análoga y se grababa y editaba en cintas de una pulgada; sin embargo, a través del tiempo todo se fue convirtiendo en digital, se quitó la señal analógica para digitalizarse y ahora todo se hace digitalmente”.
Comentó ser originario de Papantla, Veracruz, y que su papá de Oaxaca, quien cierto día fue a Veracruz y se enamoró de su mamá y ahí se quedó a vivir. Él, Miguel Ángel, tenía apenas cinco años cuando murió su abuelo y su padre tuvo que regresar a su estado natal porque le iban a heredar unas tierras. Ellos se quedaron viviendo en Papantla. Fue entonces que su señora madre se vio obligada entregarlos con los vecinos y una madrina, para ella poder irse trabajar y ayudar así en la economía familiar y poder enviarlos a la escuela. Estudió parte de la primaria en Papantla y parte en Oaxaca, donde la terminó.
“Cierto día mi padre me dijo ‘te vas a tener que ir al campo porque no nos alcanza para mandarte a la secundaria’; por fortuna, revela emocionado, ahí en el pueblo había iniciado una campaña de vacunación”; allí hizo amistad con un pasante de doctor, quien le preguntó que a qué se dedicaba y qué hacía. Y él le dijo que quería seguir estudiando, pero no podía. Entonces le comentó que tenía un tío con posibilidades, que podía ayudarlo para que trabajara ‘¿Y qué voy a hacer?’ cuestionó. ‘Pues tendrías que hacer los mandados que se ofrezcan a mi tío, y él te va a mandar a la secundaria’.
“Le platiqué a mis papás y me apoyaron, fue entonces que estudié hasta segundo, en la Escuela Secundaria Federal número uno de Puebla; después me vine a terminarla aquí, en la Ciudad de México; recuerdo que fue en la Secundaria Número Cien, pero ya con mis hermanos, porque tengo dos que son mayores; uno ingeniero y otro maestro. Pero en aquella época vivíamos en casas de estudiantes, concretamente en la de Tabasco. Eso fue cuando éstas eran patrocinadas por el gobierno; subsidiabas en ese tiempo por el presidente Luis Echeverría Álvarez. Ahí estuve un rato y terminé la secundaria.
Cuando entré a estudiar la vocacional, ya vivíamos en casas de estudiantes, pero hubo problemas con los porros y las desaparecieron, lo que nos hizo batallar porque ahora teníamos que dormir en la estación del ferrocarril: en aquel tiempo no existía la terminal TAPO, la AU estaba en Fray Servando, y el ADO en Insurgentes, pero nos íbamos a la cafetería de la vocacional y nos poníamos a barrer, trapear, y poner mesas, y nos daban el desayuno. Fue ahí que conocí a un maestro que me dijo “Oye, tu puedes trabajar en la televisión, ¿conoces la diferencia entre alta y baja tensión? Desde luego que sí, −le respondió−, eso es lo que estoy estudiando.
Dijo, bueno, aquí no hay plantas de luz, entonces hay que conectarlas del poste. No te preocupes, yo te busco todo lo que necesites. Y, así como en el pueblo me subía a las palmeras para cortar los cocos, así me subía al poste, conectaba y bajaba a un switch y repartía a dos veinte y a ciento diez. Esto era para una unidad móvil y para iluminación. Y así fue como me fui metiendo a lo que es la televisión y me empezó a gustar. “Yo era el electricista de Canal Once, después me fui a Televisión Educativa, después a Imevisión. En el noventa y uno el presidente Salinas lo vendió y lo convirtieron en TV Azteca, pero a nosotros nos absorbió la Secretaría de Gobernación y se convirtió en lo que ahora es Cepropie.
Ahí, en la videoteca, nosotros limpiábamos la imagen que los camarógrafos que iban a levantar a campo, y ya la clasificábamos en entrevista, aspectos generales. Ese tipo de edición era la que hacíamos y me empezó a gustar.
Nos confió que −en aquel tiempo− Jorge Andrés Gómez Pineda era director de televisión en CNN en español, y que había un acuerdo con la CNN, y que en ese tiempo estaba Gabriela Frías. Sí, yo fui parte de sus camarógrafos con Gustavo López, en la sección que el periódico Reforma tenía, y no sé si todavía tenga, llamado ‘Negocios México’. Nosotros grabábamos y lo subíamos al satélite por Multivisión y lo mandábamos a la CNN en español. También llegué a trabajar en Canal 11, Imevisión y, en Cepropie donde actualmente estoy a punto de pensionarme pues ya llevo siete sexenios y he pasado por varias áreas: Videoteca, cuarto de control…
Aparte de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari. Del candidato Luis Donaldo Colosio, a quien se le llevaba toda la campaña y tras su asesinato quedó el presidente Ernesto Zedillo. Después vino Vicente Fox, Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto, y Andrés Manuel López Obrador, que ahorita estoy ahí, culminando mi carrera, porque ya estoy −como te decía− a punto de pensionarme y es muy satisfactorio estar cerca del presidente López Obrador, además porque mi hijo es el camarógrafo.
−¿Cómo llegaste a trabajar con Chabelo?
Eran freelanceadas. Cuando estuve en Televisión Educativa nos daban llamados para animar el programa que a veces eran grabados. En ocasiones el público estaba muy serio y no se prendían. Entonces yo opté por aplaudirles y animarlos cuando estábamos al aire. Era el floor manager (jefe de piso) y animador. Ahí estuvimos por llamados. No estuve fijo, digamos por contrato. También trabajé en la compañía Río Mixcoac, en los estudios Churubusco; el dueño era el cineasta Gabriel Retes. También participé en el cine con grandes fotógrafos, iluminadores, con El Dr. IQ.
Luchador incansable, actualmente Miguel Ángel Sánchez también labora en la Procuraduría Social de la Ciudad de México donde es asesor de talleres, asambleas condominales en el régimen de condominio para las personas que viven en unidades habitacionales. “Atiendo cuestiones de morosidad, invasión de áreas comunes y administración. Esto lo hago en las tardes y en las mañanas estoy aquí en Gobernación-Cepropie”.
−Platícales a los lectores un poco más de tu familia…
Somos siete. Tengo dos hermanos mayores que −les vuelvo a repetir−, uno es ingeniero, es egresado del Politécnico, también da ponencias. Él es el ejemplo de nuestra familia, porque en la primaria sacó el primer lugar de la escuela, después regional y, ya en Oaxaca, lo llevaron con el presidente Luis Echeverría Álvarez. Hay una foto donde está con él porque premiaban a los más estudiosos. Entonces él es nuestro ejemplo, mi hermano mayor Bulmaro Sánchez.
Luego mi hermano Julio, luego yo. Después siguen los cuates, los gemelos, quienes también hicieron su vida y ahora son grandes, pero también estuvieron dentro de la televisión. Tengo dos hermanas, una es contadora y otra enfermera. Esa es la familia. A mí me gusta el béisbol e igual también aquí, cuando llegamos a la Ciudad de México, jugamos en la Liga Metropolitana en el Parque del Seguro Social y actualmente tenemos un equipo que se llama Sanygal y jugamos en el Parque Calles. Ahí vamos en el primer lugar, soy el manager y también mi hijo juega ahí, es Fielder y mi hermano es el patrocinador. Jugamos los domingos a las nueve de la mañana.
Mi hijo Miguel Ángel, el único, estudió informática y tuvo la oportunidad de entrar también a Cepropie donde es camarógrafo y también le ha gustado la televisión y se ha metido porque sabe editar. Primero fue ayudante, ahora es cámara, pero la verdad ama este trabajo y le ha macheteado y por eso es que está donde está y para mí es un orgullo. Ver video.
Entrevista realizada el 7 de junio 2024
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