LA COMUNICACIÓN POLÍTICA EN LA CUARTA TRANSFORMACIÓN

Para la periodista Susana Judith Mendoza Carreño quien al momento de la entrevista (16 de agosto 2024) contaba con cuarenta y cinco años de experiencia periodística y sesenta y seis de vida, después de tantos años de lucha por la presidencia, solamente Andrés Manuel López Obrador podía haber abierto un espacio como las conferencias matutinas. Lo conoció en 2006 como candidato, y garantiza que en las conferencias puede hablarse abiertamente de política, cuestiones sociales, pero “claro: cada reportero debe tener una responsabilidad porque hay quienes abusaron y le faltaban al respeto”.

                Para la periodista jalisciense, directora de Radio UDG (Universidad de Guadalajara) en Puerto Vallarta y reportera de Canal 44 de la misma casa de estudios, a quien en julio de 2022, la quisieron asesinar por reportar actos de corrupción inmobiliaria y daños al medio ambiente en Jalisco, existe un cambio diametral en las formas de hacer periodismo, porque cuando ella empezó su carrera como reportera, a finales del gobierno de José López Portillo “ ni pensar que pudieras acercarte a un presidente. El Estado Mayor Presidencial era quien te decía ‘esto no se dice, esto no se toca’, y únicamente te entregaban un boletín y no decían más. ¡Todo era perfecto! Y si ibas más allá te podías quedar sin trabajo, ser agredido o simplemente perder la vida”.

                Las generaciones actuales y futuras, −asegura Susana Carreño− deben saber que hubo en nuestro país un tiempo en que no teníamos la libertad de expresión que hoy gozamos. Que hoy, con responsabilidad y sustento, podemos exhibir a funcionarios, políticos. (…) “Nunca me imaginé ver, por ejemplo, al PRI, como lo vemos ahora, a un Manlio Fabio Beltrones a quien hacen de lado; o en el PAN que conocí en Chihuahua, en Juárez, y me sorprende lo que ahora está pasando con Javier Corral, o la época de don Luis Héctor Álvarez (…) A mí me tocó cubrir la campaña y precampaña de Felipe Calderón”.

Susana nació en Ciudad de México porque en aquellos momentos, ocasionalmente estaba en este lugar su familia, pero que un importante núcleo de sus familiares radica en la Ciudad capital, sin embargo, su madre es originaria de Oaxaca y su padre del Norte, Ciudad Juárez, Chihuahua, por lo que básicamente se considera norteña.

¿Crees que este modelo de comunicación política llegue a trascender en universidades?

Debería trascender, sí, pero no solamente a las universidades o carreras de periodismo porque para gente como nosotros, que vivimos otra etapa de la comunicación en México, se debe considerar como una libertad del ser humano a expresarse. Porque existen Estados de la República que durante años han sido sometidos, gobernados, por caciques y la gente no hace otra cosa que inclinarse y callar. Debemos romper con la cultura del miedo y el silencio (…) y eso lo hizo Andrés Manuel López Obrador. La gente ahora se atreve. Yo creo que sí debe de llegar a las escuelas de periodismo, a una reflexión de todos los mexicanos de que, quizá no haya un cambio total como quisiéramos, porque también tenemos que cambiar nosotros.

México sí cambió; aunque todavía falta mucho por hacer y, aunque el presidente se esmeró en decir ‘ya no hay corrupción’, por decir algo, ‘la sigue habiendo’. Aunque él haya dicho “no hay, sí hay”, aunque él diga a veces ‘no somos iguales’. Está bien. Pero hay quienes todavía no asimilan eso. Y porque también hay gente que se ha quitado la camiseta del priismo, del panismo, y de pronto se vienen a Morena o que estuvieron en el PRD y, pensando que cambiándose la camiseta o unas siglas serían ya distintos y no lo son.

¿Qué te dice el que el presidente AMLO haya acaparado la comunicación de todas las secretarías de Estado y únicamente se expresaran en las mañaneras?

                Fue una forma de su manejo de la comunicación, porque en ese espacio se dice todo de las secretarías, se te informa cómo están. En fin, ese es un espacio que si yo, por ejemplo, le dijera: ‘oiga presidente, necesito saber cuánto le ha dado su gobierno al Estado de Jalisco en programas, en todo’ (…) Va a venir Hacienda para informar sobre esto. Y, en realidad, estuvo la secretaría de Hacienda informando (…) O sea, yo la verdad sí quedé satisfecha con algunas cosas, en otras me faltó todavía. Pero hay respuesta. A lo mejor se tardan, pero al final siempre te hablan.

Es todo un sistema de comunicación que −creo yo− llegó para quedarse, incluso para perfeccionarse. Además, le cambió el esquema al estudio de la comunicación social, porque antes había fuentes: que la de presidencia, de salud, economía, fuente de “X”.  Ahora todos somos multi fuente. Ante el presidente tenemos que abordar todos los temas y a lo mejor vamos a irnos especializamos en un tema, como en el medio ambiente, o la cuestión inmobiliaria, que es mi caso, pero yo puedo preguntar lo que quiera llevando la información y haciendo una coherente exposición. O sea, no me limitan a “tú no puedes preguntar sobre eso”. Ahora sí que ‘nuestra boca es medida’.

Si se perfecciona, puede ser una buena dinámica de comunicación entre nosotros como periodistas; pero había quienes no trabajaban como periodistas y leían notas. O medios que sacaban la información exhibiendo a quienes estén diciendo mentiras, como es el caso de “Quién es quién en las mentiras”. ¿Cuándo se había visto que evidenciaran a periódicos que estaban…? Imagínate para los jóvenes periodistas que su máxima era ‘quiero entrar al Reforma, al Universal…’ y que de pronto vean que los están exhibiendo con fotografías que ni corresponden a la realidad ni al tiempo, con notas…”

Carreño Mendoza estudió producción y todo lo que tiene que ver con medios electrónicos que, en aquel entonces, era una carrera técnica en el Instituto Mexicano de Mercadotecnia y Publicidad que posteriormente se hizo Centro Universitario y que impartían comunicación, radio, medios electrónicos. “Eso estudié, pero simultáneamente estaba trabajando en ABC Radio como asistente de producción, igual que en varios medios como la “W”. También en Televisa en programas como del tipo “Burbujas”, y poco a poco, al estar en producción me fue llevando al periodismo, con el clásico: A la hora de producir, “… ¡oye, que no vino fulano, zutano y órale, hay que entrarle!”

Así, Susana, en la época de Martín Martínez Ríos, cuando trabajaba para ABC, participó en el noticiero Radar Siete Sesenta de Radio ABC Internacional, con Antonio Barrios Elizalde y Patricia Flores Ozuna; el director “Antonio Martín Martínez Ríos fue el que me integró a noticieros; me dieron un programa: “Radar por la provincia”, los sábados, que tenía que ver con hablar de los estados de la República, de Turismo. Empecé −me acuerdo− con Chihuahua, con programas en donde tuve a agente como Lucha Villa, Miguel Aceves Mejía; de Guanajuato a los hermanos Zavala, a don Pedro Vargas; a él lo tuve vía telefónica. Amalia Mendoza, La Tariacuri. Estuve por Yucatán con Imelda Miller…”

¿Cómo fue tu llegada a las conferencias de Palacio Nacional?

Recuerdas que se especulaba mucho de que no era cierto y, si lo eran, tampoco te dejaban entrar. Estaba Nohemí Beraud, a quien yo conocía, y me dijo “¿Por qué no habías venido”? No se lo comenté, pero como no estábamos acostumbrados a ese tipo de espacios y no sabíamos si era verdad (…) me dijo necesitas enviarme trabajos, en fin, los requisitos que te piden y me dio cita para el 16 de julio del 2021. Desde la primera conferencia llevé una problemática de que tanto en Puerto Vallarta, Jalisco y Bahía de Banderas, Nayarit, se levantaban tantas construcciones con problemas de licencias, especialmente de un desarrollo llamado Serena que ponía en riesgo otras construcciones y la ecología, pero ninguna autoridad municipal o estatal hacían caso. “Fui a México con ese tema a la mañanera, porque me preocupaba, claro, y porque inquietaba a la gente que me contactaba. El presidente me dijo “ponte de acuerdo con María Luisa Albores”.

“Le comenté al presidente de los 35 expedientes de irregularidades que había y que 12 eran de Jalisco, dos a nivel nacional 12 del país. Hubo cambios, empezaron las clausuras y pues todos estaban, así como sorprendidos porque María Luisa Albores no fue una, sino varias veces, más de diez, y empezó a organizar lo que es el ‘Acuerdo ecológico participativo’ consiguiendo que la gente fuera interactiva. Un excelente trabajo de María Luisa.

Una agresión cobarde del Cártel inmobiliario

¿Nos puedes contar de tu agresión? ¿Cómo sucedió?

Había recurrido ya a todas las instancias denunciando la cuestión inmobiliaria y, el presidente municipal de Puerto Vallarta de aquellos tiempos, Arturo Dávalos Peña de Movimiento Ciudadano, había mandado a alguien de comunicación social, a pretender callarme. Su enviado me dijo: “Me manda alguien a que me digas qué necesitas… pero contén esa información porque nos vas a afectar, y ya viene la contienda…” Le respondí: “no quiero nada y voy a seguir hablando”.

Fue en un restaurante donde me citaron y, cuando vi de lo que se trataba, dije “con permiso” y me retiré. Después, continué trabajando y sacando más y más cosas.; mientras tanto, se viene también otro Desarrollo y algo que siempre han querido hacer, ha sido impactar hacia la montaña; pero aquí, lo más grave siguen siendo las construcciones, los Desarrollos; la mayoría, no cumplen la Norma 109. De los que fueron inspeccionados por Semarnat, el 30% dijo “Si hago y ajusto mi proyecto”, pero el 70% no lo hicieron, y han ido afectando los mantos freáticos.

Cuando veían que yo estaba sacando todo esto y otros temas, cierto día, al terminar de transmitir desde de unas oficinas ejidales de Puerto Vallarta, en cuanto salgo, agarro mi camioneta. Yo conducía, aunque siempre me acompañaba un asistente; al ir manejando llega otro vehículo por detrás y me impacta. Mi compañero se baja a mirar qué estaba pasando, y en eso lo agarran unos tipos, le tiran su celular y lo inmovilizan al piso. Entonces veo otros dos tipos, uno se queda en el volante, pero también había otros que estaban en unas motos, dos; uno de ellos va contra mí con un cuchillo. Cuando vi el arma, le dije: “¿¡Qué es esto!? ¿¡Qué pasa!?” Y así, sin más, me dio varias cuchilladas en el vientre.

Yo no sabía qué hacer, porque me sentí herida y empecé a ver que me salía mucha sangre. Me tapé. Se acerca otra vez el sujeto y pensé que me iba a dar en la cara; me la tapo, y me da otro navajazo aquí en el brazo; al bajarlo −porque me dolía− aprovecha para darme otro cuchillazo en la yugular y me avienta. Caí de espaldas… automáticamente pensé “estoy muerta”, pero no morí (…) te voy a comentar lo que dije, “yo soy una mujer creyente. Vi hacia el cielo y le dije a Dios. ‘Sabes que no merezco morir así. Pero si es tu designio, en tus manos encomiendo mi espíritu’…”

“Cuando yo viví eso, has de cuenta que de pronto me convertí en un dron porque desde arriba empecé a ver todo. Vi cuando llegó la ambulancia, cómo se estaban moviendo, todo. Y entonces en lo que me quedaba de conciencia, yo me dije: estoy muerta; y el que llegó con la ambulancia me empezó a golpear fuerte y a gritarme: “¡Susana! ¡Susana!, qué tipo de sangre eres” Haz de cuenta que me sentí como una plasta cuando me jalaron… Y lo veo y le digo “O positivo”. Te voy a llevar al IMSS −dijo−, a la clínica del hospital 42. No…, respondí. llévame al CMQ, que es un hospital privado.

En ese momento, haz de cuenta que volví otra vez a ver cómo se iba la ambulancia y yo me quería ir conmigo (…) Llegaron al hospital, y me volví a ver llegando al hospital, identifiqué a un compañero de aquí y me metieron al quirófano, y ya no supe más. Estuve un mes hospitalizada. En ese tiempo la Guardia Nacional, montó todo un operativo en el hospital; y ya de ahí me sacaron. No podía yo caminar bien, y me mandaron a una casa y posteriormente a un refugio.

¿Qué dijo el presidente de tu atentado?

Mientras estaba en el hospital, no supe, porque no me dejaban ver nada. Tenía que recuperarme; pero después vi que el presidente estuvo consternado porque dijo… “como la que viene a la mañanera, le dijeron los compañeros, que sufrió una agresión”. El gobernador de Jalisco afirmaba que había sido un ‘intento de robo’, pero no, a mí no me robaron nada. Los que sí me robaron fueron los del corralón donde llevaron mi carro; porque −déjame decirte− los señores que me agredieron, quisieron huir, pero su carro no funcionó y tuvieron que llevarse el mío y la camioneta que ellos usaron quedó ahí.

Si se llevan mi carro y lo abandonaron más adelante, a unos kilómetros; porque pensaron −como era un hecho− que mi carro tenía GPS, y se fueron. Ya después la policía, y la gente de Vallarta encontraron mi carro, se lo llevaron a la Fiscalía y ahí estuvo. Realmente le quitaron muchas cosas, pero fueron los del corralón: mi llanta de refacción cosas que los tipos no se iban a llevar, pero bueno, así quedó.

Mucha gente me empezó a hablar y a decirme: fue fulanito, fue perenganito y la Fiscalía empezó a investigar, pero realmente no era una buena investigación. Yo no me sentía confiada −tampoco con ellos− y pedí que el gobierno federal, a la Fiscalía General de la República, atrajera el caso. El presidente estaba muy al pendiente. María Luisa Albores, Rosa Icela, a quien estimo mucho, estuvieron siempre al pendiente de mí, así como el Mecanismo. VER VIDEO

Entrevista realizada en Tlalnepantla de Baz, el 16 de agosto 2024