En la vida hay hobbies que se convierten en negocios, y algo parecido sucedió a los ingenieros Jawed Karim y Chad Hurley, así como al diseñador Steve Chen, empleados entonces de PayPal, quienes en febrero de 2005 fundaron, en San Bruno, California, YouTube, “el tubo para la fama y la imaginación”, han dicho. Porque “Tu tubo tú lo haces; tú subes lo que quieras haciendo un tubo de escape para cosas nuevas”. La versión más sonada es que tenían dificultad para compartir el video de una estafa; sin embargo, no se han puesto de acuerdo sobre ello; donde sí han coincidido es en que la influencia real o inspiración fue el sitio de citas hotornot.com, donde los usuarios subían fotos y las calificaban, ha reconocido Karim.
Después de que el 23 de abril de 2005 subieran su primer video, Me at the zoo, en el que se ve a Jawed Karim en un zoológico, en diciembre del mismo año ya habían recibido 50 millones de visitas diarias. Google Inc. concretó la compra de esta plataforma en octubre de 2006 por la nada despreciable cantidad de mil 650 millones de dólares.
Desde su nacimiento, el éxito de este sitio web dedicado a compartir videos, aprovechado en un 85% por chicos de entre 13 y 19 años, ha sido un fenómeno y ha creado una nueva profesión de alta rentabilidad económica: el youtuber, persona que comparte videos de elaboración propia en los que hacen algo interesante para un público concreto: jugar un videojuego, enseñar cómo peinarse como una it girl, informar de manera diferente un tema, compartir recetas de cocina, dar consejos en forma divertida, etcétera.
Nos referimos a una generación de comunicadores visuales que dicen lo que quieren en forma original y que en poco tiempo han logrado profesionalizarse debido a su manera única de crear audiencias y, a través de la visualización de sus videos, ganar mucho dinero.
Apenas este 2018 YouTube endureció los requisitos de su programa de Partners (los que disponen de un contrato de colaboración para cobrar por sus videos) y Google Preferred para monetizar contenidos y el sistema para brindar mayor transparencia, tanto con las marcas como con los creadores, pero, sobre todo, cómo pagar a las personas.
Son muchos los youtubers ricos; sin embargo, por mencionar uno de los que menos han ganado, está Rossana Pasino, chef autodidacta que, desde que inició la publicación de sus videos en 2007, cuenta con 7.7 millones de suscriptores y mil 830 millones de visitas, lo que le ha redituado 2.5 millones de dólares. O bien, el más alto, Felix Arvid Ulf Kjellberg, más conocido como PewDiePie, quien es comediante y productor de videos de tipo Let’s Play, Vlogs y sketches cómicos. Su canal cuenta con 52.5 millones de seguidores y ha logrado 14 mil 642 millones de reproducciones, con lo que ha ganado 12 millones de dólares. Cálculo realizado por la aplicación gratuita Socialblade.
En México, con 26 años, Luisito Comunica podría estar ganando entre 400 mil y 6 millones de pesos al mes. Tan sólo su video Explorando el interior de un campo de esclavos…, por ejemplo, en únicamente cinco horas tenía ya 960 mil 115 visualizaciones. Luis Arturo, nombre verdadero de Luisito, ha derrotado a Werever Tumorro (Gabriel Montiel), uno de los más conocidos en el país por sus sketches, cortometrajes, videoblogs, series y contenido variado; a sus 27 años ha generado ganancias variables de 200 mil a 3.6 millones de pesos. Igual que Mariand Castrejón, Yuya, que se embolsa entre 100 mil a 1.8 millones de pesos mensuales con sus videos de belleza y estilo.
Los polinesios, este grupo de hermanos conformado por Lesslie Yadid Velázquez, Ana Karen Velázquez y Rafael Velázquez, con sus bromas, musas, belleza, manualidades, recetas, etcétera, generan ganancias variables de 250 mil a 4 millones de pesos por mes. Ingresos obtenidos mediante publicidad que, para lograrla, deben tener cantidades monstruosas de visitas y suscriptores. Otros consiguen patrocinadores convirtiéndose en nicho de mercado para ciertos productos o servicios dirigidos a los adolescentes. El Universal Querétaro 11/03/2018
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